Por aquí, en la oficina, algunos miembros del equipo están con la vida fit y se preparan todas las mañanas unos almuerzos súper sanos y apetitosos. ¿Te gustaría unirte al club? Que conste en acta: no vamos a hablarte de comida saludable ni vamos a darte una súper receta. Dejémosle esto a los expertos 😉
Pero si que es cierto que la comida entra por los ojos y, el recipiente en la que se presenta, ¡también cuenta! Por eso te traemos una idea para «envasar» esos yogures caseros fit (o lo que quieras).
Reutilizar envases de cristal
Los envases de cristal pueden ser el complemento perfecto para tus alimentos. Son seguros, puedes reutilizarlos tantas veces como quieras y puedes personalizarlos a tu gusto. Y eso es exactamente lo que hemos hecho con este tarrito de cristal que teníamos a mano.
Mira cómo hemos recuperado la tapa de tarrito de cristal y lo hemos reutilizado como tupper.
Pasos para desoxidar un objeto metálico
La tapa metálica del tarro de cristal tenía óxido y, antes de pintar, es conveniente eliminarlo. ¡Siempre!
Antes de empezar con el tratamiento del óxido, hay que lijar y limpiar la superficie. La misma cantinela de siempre, pero que es taaan importante 👌
Hemos utilizado Oxino para eliminar el óxido. Es un tratamiento que frena la aparición del óxido y penetra en el existente creando una capa protectora.
Como en nuestro caso, el óxido no era abundante ni tenía mucho tiempo, el proceso era sencillo. Aplicamos 3 capas de producto en intervalos de 3 horas. ¡Listo!
Debes tener en cuenta que no todos los casos con óxido con iguales, por lo que deberás consultar las instrucciones del producto y, si tienes dudas, nos preguntas 😎
Personalizar el tarrito de cristal con la pintura Silver Rose
Y para rematar nuestro nuevo tupper, decidimos pintar la tapa metálica con el spray de Silver Rose. ¡Viva el color del mes! ¿Puede ser más bonito?
El envase de cristal preferimos no pintarlo, ya que es donde va a estar la comida y probablemente acabe en el lavavajillas.
¡Este ha sido el resultado! El bote ha quedado ideal y ahora estamos cómo locos por comernos lo de dentro. ¿Te apuntas?
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