Cómo pintar tu casco de moto

Por capricho, para renovarlo, para copiar ese modelo del que te has enamorado, para marcarte un regalo personalizado… varios pueden ser los motivos para ponerte, pero por fin te vamos a contar cómo pintar un casco de moto.

Un proyecto algo laborioso por el tema de encintado, pero en absoluto difícil si lo haces con la pintura adecuada. ¡Bien de brillo, bien de dureza! Y es que resulta que un casco pintado en casa, puede tener exactamente la misma pinta que uno comprado.

Cómo pintar tu casco – materiales:

• Pintura en spray de un componente del color que más te apetezca. En mi caso he escogido el Royal Gold. No necesita imprimación e incluso sirve para pintar carrocerías.
• Barniz en spray de dos componentes. El elemento clave para que el resultado quede extremadamente duro, resistente y brillante, como el acabado de los cascos comerciales.
• Lija o esponja abrasiva fina.
• Cinta de carrocero y cúter enmascarar como un profesional.
• Guantes y un cubretodo para no manchar ni tus manos ni el espacio de trabajo.

Y para acabar de motivarte, aquí tienes un vídeo tutorial con el que aprenderás a pintar cascos correctamente.

Cualquiera diría que acaba de salir de fábrica con ese potente dorado. Ya ves que el proceso no tiene ningún misterio. Eso sí, repasemos los tres puntos clave para que te quede de 10 a la primera.

Enmascarar es la parte que te llevará más tiempo. Aunque con el truco de encintar estructuras enteras, hincar la uña para marcar su perímetro y después cortar con cúter, tardarás menos y el acabado se verá súper pulido.

El tema del lijado también es muy importante y afecta a estos dos momentos:

• Antes de pintar sirve para que la pintura gane en adherencia y ayuda a disimular imperfecciones.
• Mientras pintas o barnizas, si te pasas con la carga y aparecen goterones, puedes eliminarlos esperando a que sequen por completo, dándoles un lijado suave y volviendo a sprayar otra capa finísima encima.

Otro aspecto a tener muy en cuenta son los tiempos de secado, y en especial el del final. Antes de volver a montar la visera y de usar el casco, deberás esperar minimísimo un día para que la pintura y el barniz curen debidamente. De lo contrario tus dedos podrían quedar marcados.

La verdad es que sorprende conseguir un acabado como este a nivel casero. Seguramente se deba a que la mayoría no estamos acostumbrados a trabajar con barnices en spray de dos componentes. Además, cuantas más capas de barniz le des (ampliando entonces el tiempo de secado), más resistencia y efecto glossy obtendrás.

Lo mires por donde lo mires, el casco ha quedado de lujo.

Y al haber enmascarado todos los respiraderos, su funcionalidad se ha mantenido intacta.

¡Reto superado!

Por aquí ya hay una motera enamoradita de su “nuevo” casco dorado.

Aunque si a ti te apetece cargarte de inspiración antes de atacar el tuyo, pégale un vistazo a este recopilatorio en Pinterest. En él encontrarás modelos que podrías reproducir incluso currándote sólo un buen diseño con el enmascarado.

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