El DIY, ‘Do It Yourself’ o «Hazlo tú mismo» es la técnica de crear con nuestras propias manos, a través de la reutilización de materiales o el reciclaje de otros productos.
Desde hace algunos años, esta tendencia ha ido ganando muchos seguidores y a mi personalmente me apasiona este tipo de decoración. La sensación de poder crear algo con tus propias manos reutilizando materiales, objetos o muebles es… ¡Inigualable!
¿Quieres saber por qué el DIY nos ha enganchado a mi y a muchísimas otras personas? 😛
1. Más económico, ahorras dinero
No hace falta que compres nada. Puedes reutilizar objetos que ya no necesitas, no quieres o no funcionan y darles otra utilidad. Por ejemplo, puedes utilizar un palé y montarte una mesita para la terraza de lo más «apañá». Entre tú y yo, sé de una que se ha lanzado como loca al contenedor de su calle al ver uno… Y es que puedes utilizarlo para hacer cosas tan chulas como éstas.
2. Disfrutas mientras lo haces
¡Te lo pasas bomba! No hace falta ser un genio del martillo o del pincel. Cada uno fija sus límites. Esto hace que desconectes y te diviertas mientras preparas tus ideas. Puede ser genial para evadirte del trabajo o hacer cosas en familia.
3. ¡Viva el reciclaje!
Por su esencia, se trata de una tendencia ecológica que favorece al medio ambiente.
4. ¿Está todo a tu gusto?
¡Tú creas, tú decides! Color, forma, estilo… Puedes personalizarlo todo como quieras. Chachi, ¿no?
5. La protagonista es la creatividad
El ‘Do It Yourself’ desata la creatividad. ¿Cómo puedo convertir un mueble viejo en otro totalmente reformado? ¿Qué puedo hacer con estas botellas de vidrio que ya no quiero? Ideas, ideas y más ideas. Ale, ¡a darle al coco!
Y estos son para mi los motivos de que el DIY lo esté petando. ¿Te he convencido? Si es que sí, te propongo un reto: ¿Te animas a hacer tu primer DIY? ¡Venga! No te lo pienses. ¡Lánzate! 🙂
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