¿Has pintado una casa, una habitación o cualquier otra estancia en alguna ocasión? ¿Te ha gustado? Puede que seas de los que les resulta relajante armarse con una brocha o un rodillo y pasarla sobre una pared una y otra vez, hasta que ésta se llene de color. Sin embargo, para otras personas, el hecho de pintar ellos mismos una casa no es una actividad del todo estimulante, y prefieren la opción de pagar a alguien que les haga el trabajo. Desde nuestro punto de vista, es una opción fenomenal en algunos casos, pero en otros, es desaprovechar algo que puede traernos muchas ventajas. Toma nota:
- Pintar es saludable y favorece la línea. Las tareas del hogar son un excelente ejercicio pero pintar es el mejor entrenamiento aeróbico para realizar en casa. Se trata de un modo de gastar calorías casi sin darte cuenta. Si pintamos una habitación, con sólo 20 minutos, habremos quemado casi 100 calorías. Imagina si estás toda una mañana de domingo: quemas todos los excesos del fin de semana. 🙂
- Pintar es divertido. Si protegemos correctamente todo aquello que no queremos que se manche, pintar es un poco como volver a la infancia y mancharte con las témperas solo que ya no eres un niño y dominas mejor las herramientas. Si además, pones música, el resultado puede ser hasta vigorizante. En lugar de terminar cansado, puedes acabar lleno de energía porque ver cómo vas avanzando y el aspecto de la pared va mejorando, provoca ilusión y orgullo de que ese fantástico resultado sea tuyo.
- Pintar une a la familia o a los amigos. Ahora que ya estamos de acuerdo en que pintar es divertido, ¿por qué no hacerlo con familia o amigos? Como todas aquellas actividades que hacemos en compañía, suele ser mucho más divertido. Pintar es la excusa perfecta para pasar más tiempo con aquellos con los que estamos más a gusto.
- Pintar es terapéutico. Cuando uno pinta puede meterse para adentro, escucharse a sí mismo, y a sentir las emociones no expresadas o reprimidas y sacarlas a la luz. Conectarse con los colores y especialmente con el agua, permite relajarse y nos da, en la vorágine diaria que nos envuelve, un momento para uno. La arteterapia se usa con éxito desde hace mucho tiempo. Así que, ¿por qué no dar rienda suelta a tu creatividad pintando un mural en casa?
- Pintar tú mismo es más barato. Además de poder disfrutar de todas la ventajas que te acabamos de contar, podrás ahorrarte el dinero de pagar a un profesional. Sin mencionar que nada queda mejor, que cuando lo hacemos nosotros mismos. 🙂
Se recomienda pintar las paredes de una casa al menos cada dos o tres años, porque con el paso de los días y el acumulamiento de polvo, éstas comienzan a perder su lucidez.
¿Cuánto hace que no pintas tu casa? ¿Qué te parecen estas ventajas? ¿Te animas a hacerlo tú mismo?
Si tienes alguna duda sobre cómo combinar los colores en tu hogar, pregunta en nuestro mostrador. Nuestros expertos resolverán cualquier duda que tengas. Y si te haces fan de nuestro facebook, aprenderás mil trucos e ideas sobre decoración, bricolaje y, por supuesto, de pintura.
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