¿Te gusta el estilo industrial? ¿Sueñas con transformar un espacio anodino para que parezca salido del loft más auténtico de New York? Pues sigue bajando porque este tutorial lleva tu nombre. ¡Qué viva la oxidación!
Seguramente ya lo habrás visto en revistas de decoración. Paredes o estructuras con efecto óxido que elevan de nivel instantáneamente cualquier lugar. Se trata de una especie de salvajismo estudiado, que además resulta altamente instagrameable. Y eso, siempre es un plus 🙂
¿QUÉ MATERIALES NECESITAS?
- 1 kit de pintura efecto óxido para grandes superficies. Todo al agua ¡Bien!
- Pincel, gaveta y rodillo antigoteo
- Cinta de carrocero
- Un spray en desuso
- Y todo lo necesario para preparar la superficie antes de pintar: agua, jabón y lija si la base estuviera muy dañada
Manos a la obra, artista. Siguiendo estos pasos conseguirás un efecto óxido especialmente realista y 100% resistente para exteriores.
He aquí el sujeto víctima de esta oxidación. Un balcón con placas que se habían ido dañando.
La superficie estaba cubierta de manchas con pinta de gotas y alguna zona desconchada. Viendo su estado, el primer paso consistió en lijarlas para que el oxidado tuviera la máxima adherencia.
A continuación, como no, llegó el momento fregoteo. Al tratarse de un espacio exterior había que asegurarse que quedara completamente limpio con agua y jabón.
Después, tocó enmascarar con cinta de carrocero las zonas que no quería oxidar. Trabajé con cintas de anchos diferentes para que resultara más rápido cubrir los distintos tipos de perfiles que había.
Hasta aquí los preparativos para esta superficie en cuestión. En tu caso, quizá no sean necesarios y puedas empezar a partir del siguiente paso.
Vamos allá. Para conseguir un oxidado de 10, debes empezar aplicando una capa de imprimación Oxitem
Como siempre, primero recorta a pincel
Y después, cubre la superficie a rodillo.
Aunque no sea indispensable, opté por uno de espuma poliflocado porque quería que quedara especialmente bien peinada y sin ningún tipo de relieve.
Cuando haya secado completamente al cabo de 8h, podrás empezar con la siguiente fase. Se trata del Oxitem, que de hecho es el producto que contiene el pigmento que después oxidarás.
Lo de siempre, aplícalo con el habitual combo de pincel y rodillo, pero con dos capas bien cargadas. Es muy importante que la superficie quede rebosante de pintura y para ello, un rodillo antigoteo será tu mejor aliado.
Cuando acabes tendrá un aspecto similar a este. Observarás pequeñas irregularidades que jugarán muy a tu favor en el siguiente paso.
Vamos por la tercera etapa. ¡Oxidar como si no hubiera una mañana! ¿Cómo? Con el activador Oxitem aplicado con una combinación de spray y brocha.
Lo más sencillo es cambiar el tapón por el difusor de un spray que ya no uses. Si el tubo es demasiado largo, córtalo para que se adapte a la altura del envase
Chas, chas, chas… pulveriza la superficie dejando alguna zona sin mojar, para que el aspecto de tu oxidado sea más irregular y realista.
¡Experimenta, diviértete! Las “sprayadas” empezarán a gotear, habrá áreas más cargadas que otras… ayúdate de la brocha para emborronar todavía más tu obra.
Al cabo de 30 minutos tendrás esta maravilla
¿Ves que bien queda cuando es tan irregular? ¡Parece un óxido real!
Y ahora sí, cuarta y última fase del proyecto: Aplicar el protector Oxitem. Necesario para detener el proceso de oxidación y para que tu oxidado resista muchísimo tiempo en perfecto estado.
Aviso: ¡Que no cunda el pánico! A priori parece que el protector borre el óxido. No sufras, cuando seca todo vuelve a la normalidad.
Cintas fuera. Algunas han quedarán tan interesantes que te entrarán ganas de reutilizarlas como “washi tape”
¡Y listo! Siéntate, disfruta, admira tu obra maestra.
El proceso en sí puede parecer algo laborioso aunque te aseguro que es extremadamente sencillo. Un gusto, vamos.
De hecho antes de atacar al balcón, cayeron algunas pruebas incluso en cartón. ¿Lo viste en nuestro Instagram?
M A G I A. Alucina con este punto de libro en el que el activador se aplicó con una esponja bien empapada y a dos capas. Al oxidarlo tanto, incluso se consiguieron tonalidades doradas.
¡Qué barbaridad! Próxima parada, investigar qué tal se comporta sobre tejidos. Que con lo triunfante que es este oxidado, una se está viniendo muy muy arriba 🙂
Natalia says
Me ha encantado el efecto y la verdad es que parece super sencillo ;-). Sabes si hay algún kit parecido para paredes?. Me ha parecido que era Marta Barberá al verla en la foto y al final del post ya me lo has confirmado ;-D. Es un terremoto!!. Yo tengo ganas de que vuelva a dar algún taller por la zona d Huesca porque cuando vino me quede sin poder ir……….aiinsss que ganas!!
Marta de 2nd Funniest Thing says
¿Cómo eres tan adorable Natalia? :)))) Sobre tu consulta, el kit usado está pensado para grandes superficies y apto para interiores. ¿Cuántos metros cuadrados tienes en mente pintar? Por indicarte cuánto necesitas…
Besos!!
Natalia says
Hola Marta, de verdad que me quede con ganas de ir al taller de Huesca, pero como ya te comente tenía otros planes para ese día ;-(. Ojala pueda ir a uno de tus talleres algún día.
Sería para dos pilares que tengo en el comedor pero no sabría calcular los metros. Lo que me da miedo es como quitar esa pintura después y como reaccionaría en pared en lugar de en metal ;-).
Ese kit se puede comprar en grandes superficies o en alguna cadena en concreto?
saludos guapa
Marta de 2nd Funniest Thing says
Es muy fácil, te cuento:
– Si los pilares son redondos, mide el alto de cada uno y multiplícalo por el perímetro de la circunferencia para obtener los metros cuadrados.
– Y si son cuadrados, multiplica el alto por el ancho de cada uno de los lados que quieras pintar
El kit puedes comprarlo aquí mismo: http://pintarsinparar.com/pintura-para-metal/757-kit-pintura-efecto-oxido-superficies-grandes.html?utm_source=blog&utm_medium=link&utm_campaign=efecto_oxido_blatem
Con esto tendrás para pintar hasta 7 metros cuadrados. Está pensado para aplicarse sobre metal, madera, paredes… lo que tú quieras. Y si algún día te cansas, siempre podrás eliminarlo con un decapante
¡Un abrazo, artista!