Por fin llega el buen tiempo, el solecito pero… Oh, my god! Como siempre me pilla el toro y tengo mil cosas por hacer. ¡Qué raro! Y no soy la única, sé que a ti te pasa lo mismo 😛
Todos los años igual y claro, en mi familia vienen las prisas de última hora. Porque a ver quién es el bonico que se ha anticipado y ha puesto a punto la piscina…
Son muchas las dudas que nos llegan este mes: ¿Cuál es la mejor pintura para restaurar mi piscina? ¿Qué pintura debo comprar?
Obviamente no todas las piscinas son iguales, por lo que cada una necesitará una cosa diferente. Es muy importante que elijas el producto adecuado para poner a punto tu piscina. Puede que sea de cemento, de poliéster o de lona pvc. ¡Ojo! No todo vale. Existen productos específicos para cada material, así que infórmate bien antes de meter la gamba 😛
Y lo mismo me ha pasado con la terraza. A estas alturas y está todo sin hacer. Con la de ideas que tengo en la cabeza… Pero bueno, si quieres ver una terraza bonita, échale un vistazo a la de Belén. Hace poco nos contaba cómo arregló y le dio un nuevo aspecto a la suya. Ahora ya la tiene lista para disfrutarla y bien protegidita.
¿Estás disfrutando tú de la tuya? No quiero ser pesada pero es muy importante protegerla bien de las inclemencias del tiempo, sea de madera o de metal, si quieres conservarla y que siga igual de bonita el próximo año.
Y qué decir del deporte estrella del verano. ¿Por qué a la gente le da por practicar tenis y frontón como locos durante estos meses? La verdad es que no sé cual es la respuesta. Lo que sí sé es que, después de estar todo el invierno abandonadas, las pistas necesitan una manita de pintura.
En este punto, y viendo todo lo que me queda por hacer, no sé si me alegro tanto de que haya llegado Junio 😢
Aunque miremos el lado positivo. ¿Y lo bien que sienta un buen chapuzón cuando hace tanto calor a las cinco de la tarde?¿Y lo bien que lo pasamos jugando con los amigos una partida de tenis? ¿Y lo bien y, sobre todo fresquito, que se cena en la terraza las noches de verano? Nada, no hay más excusas. Yo me pongo manos a la obra y tú… ¡Deberías!
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