Has pintado recientemente tu casa, pero el niño ha dado rienda suelta a su creatividad o tu perro se ha restregado contra la pared al subir del parque en un día lluvioso o te ha surgido una bonita mancha de humedad de la nada o has cambiado de opinión sobre el lugar idóneo para ese cuadro que tanto te gusta y se queda a la vista un agujero que se ve mucho. Si te suenan estas situaciones y nunca has sabido cómo resolverlo, aquí te vamos a dar las claves para que aprendas a reparar las paredes dañadas.
Evidentemente, no es lo mismo, tapar unos roces, que quitar una mancha de humedad o moho o que cubrir un agujero. En cada caso hay que aplicar una solución específica, pero en líneas generales, hay unas pautas comunes que podéis tener en cuenta para triunfar sobre vuestro objetivo de reparar las paredes.
Pasos a seguir para reparar las paredes
Vamos a seguir una sencilla guía:
- Elección de las herramientas que vamos a utilizar: cada problema necesita de unas herramientas. Si sigues nuestro blog, podrás ver que siempre indicamos qué material es necesario para llevar a cabo una tarea. Si tu problema no lo encuentras aquí, puedes preguntar en tu tienda de confianza o en nuestro Mostrador donde te ayudaremos a crear la lista de cosas a emplear antes de empezar a reparar las paredes.
- Determinar qué pintura es más adecuada: no es lo mismo interior o exterior, ni es lo mismo pintura plástica o esmalte, pintura mate o satinada. Si quieres tapar y reparar ese problema, tendrás que usar la misma pintura que empleaste la vez anterior, o será necesario que apuestes por renovar el aspecto de tu pared o de tu estancia completa.
- Proteger el suelo (los rodapies se consideran suelo :D) y los muebles de las salpicaduras: realizar este paso nos evitará después mucho trabajo de limpieza. Puedes utilizar las hojas de un diario aunque con cuidado porque se mueven y resultan incómodas. Si optas por esta solución, lo mejor es poner varias capas de papel para que no queden huecos. O si tu tiempo es oro y quieres una solución más cómoda y eficaz, puedes emplear plásticos especiales que cubren cualquier superficie y los hay de distintos tamaños. Para cubrir el rodapié puedes sujetar el papel o el plástico al mismo con cinta de carrocero o si quieres algo más práctico, existe una cinta de carrocero que ya lleva incorporado un papel especial para proteger. Lo mismo con los enchufes y cajas de la luz, es muy importante protegerlos si luego no queremos tener que rascar para limpiar las manchas.
- Preparar la superficie de las paredes: en algunos casos, este paso es tremendamente importante porque según sea el problema a resolver, será necesario dar un fondo fijador para evitar rechupados y que la pintura no quede uniforme.
- Aplicar la pintura: si dispones de la misma pintura, sólo con lijar los contornos de la zona a repintar podrás aplicar de nuevo la pintura sobre la zona concreta. Si no consigues la misma pintura, tendrás que pintar la pared entera o toda la estancia con la nueva pintura. Para evitar esto, es importante que conserves los datos de la pintura cada vez que pintes. Puedes tirar los botes o reutilizarlos para otras cosas (si sigues nuestro facebook sabrás que publicamos ideas muy originales para reciclar objetos), pero anota en un lugar seguro la marca, la gama de producto y la referencia. Si se trata de un color personalizado de los que se hacen con una máquina, solicita el número NCS, un standard que después te ayudará para encontrar el mismo tono.
Todo esto lo tienes que tener en cuenta a la hora de reparar las paredes dañadas. ¿Ves qué sencillo? Y si quieres aprender un poquito más, aquí tienes un vídeo que te enseña a reparar las paredes con agujeros, grietas y otros desperfectos.
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