El tema del día trata sobre estar a gusto en tu espacio exterior, de cuidarlo para mimarte, de los momentos terraciles que están por llegar y sobre atreverte con un proyecto de bastante envergadura: Pintar una fachada exterior.
Véase la de tu patio, la del balcón, la de esos muros que limitan tu casa… Todo es cuestión de ponerse, de activar el modo efficiency y de dejarse de excusas porque aunque parezca un lío de mucho cuidado, no deja de implicar el mismo trabajo que cuando pintamos una pared interior.
Los materiales necesarios son pocos y accesibles. Es más, probablemente ya tengas varios de ellos. ¿Los repasamos?
- Pintura para exteriores. El quid de la cuestión, por estar formulada especialmente para este uso.
- Un rodillo de pelo largo con su correspondiente cubeta con rejilla
- Una brocha para recortar
- Cinta de carrocero, o cinta con plástico o espátulas de carrocero
- Un cepillo o una escoba
- Un alargo para pintar las zonas más altas
- Un cubretodo
- Y seguir las instrucciones recopiladas en este tutorial 😉
Aprenderás en 3 minutos, cómo pintar correctamente una fachada exterior
En función de las dimensiones de tu fachada, te llevará más o menos tiempo. Y si te enfrentas a muchos metros cuadrados, siempre puedes reclutar a tu cuadrilla de amigos, para que te ayuden a cambio de una rica barbacoa.
Por aquí el cambio ha sido espectacular. Piensa que se trata de un patio que cae en sombra y que se llena de horrendas humedades negruzcas con sólo mirarlo.
Para que te hagas una idea, hasta ahora su mantenimiento suponía tener que cepillar todas las paredes con lejía 3 veces al año, para que se viesen más o menos dignas.
Y ahora en cambio, ya no habrá que volver a hacerlo porque entre las características de estas pinturas, está su protección contra el moho y la humedad.
También tenía algún rastro-chapuza por haber tapado los agujeros de elementos colgados que habíamos ido retirando.
Un par de capas de pintura más tarde, han quedado completamente borrados.
Lo mismo con las manchas de óxido alrededor de las tuberías. Todas han quedado perfectamente cubiertas a la primera.
Y los goterones de **** que se formaban por todas partes, también se han esfumado fácilmente.
La impresión después de haber renovado esta fachada es súper satisfactoria. Palabrita que sí. ¡Una sensación súper recomendable!
Se ve tan limpio y claro el espacio, que una se siente como estrenándolo de nuevo
Al vídeotutorial, sólo queda añadirle tres consejos extra que no está de más compartir:
- Si vas a hacer un parón en pleno proceso de pintado, mete la cubeta junto con el rodillo dentro de una bolsa de plástico. Así evitarás que se seque.
- Puedes proteger el suelo con un cubretodo o con cartones. O también, mantener el suelo siempre empapado de agua con la ayuda de un mocho. Así es como me enseñaron en casa y como siempre lo hago. ¡Va de lujo!
- Cuando acabes es imprescindible convocar a toda tu panda a una fiesta en casa para fardar de tu nueva terraza. Y sí, también se aceptan balcones y patios.
¡Hala! A animarse y a disfrutarlo, porque de verdad que este tipo de proyectos valen mucho la pena.
Y como siempre, cualquier duda, no te cortes. Pregunta tanto como quieras, somos expertos en los interrogatorios de 3er grado 🙂
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