¿Estás pensado en renovar el aspecto de alguna puerta de tu casa? ¡Sí! Esa que ya está un poco viejuna o la que tiene un montón de arañazos del perro o la que simplemente, ya no te gusta su color. Pues venga, que hoy en #pintayrepinta te doy un montón ideas.
Si la quieres de un sólo color, tienes dos vías de escape: ir a por algún tono suave tipo pastel o, por el contrario, decantarte por un color más vivo, más cañero. Como las que pintaron en Pintar Sin Parar para su taller. ¿Cuál encaja mejor con tu personalidad?
Si un solo color te parece soso… ¿Te animas con dos? Divide la puerta con una diagonal a la altura que te apetezca y aplica la combinación de colores que más te guste.
Y si te apetece complicarte un poco más la vida, aquí van dos ideas muy chulas (y bastante sencillas). Solo necesitas cinta de carrocero para las reservas, pintura e imaginación.
Para hacer esta combinación, aplica una primera capa de pintura y deja que seque bien. Después pega la cinta de carrocero y aplica la segunda pintura. ¡Ojo! Recuerda quitar el precinto que utilices para hacer la reserva cuando la pintura aun esté un poco húmeda, sobre todo si es una pintura de las que hace piel. Si no, te llevarás la pintura detrás. Cuidadín 😕
Y si lo que quieres es pintar unas puertas de doble hoja, mira qué ideas. ¡Quedan muy bonitas!
Las ideas muy chulas pero… ¿Cuál es la mejor pintura para pintar las puertas?
Si buscas un acabado satinado o se trata de una puerta en exterior, la EggShell es tu mejor opción. Es una pintura súper resistente, especial para muebles y superficies de alto desgaste. ¡Y muy fácil de aplicar!
Aunque la Chalk Paint también es una buena pintura para estos proyectos. Acabado mate y colores chulísimos. Eso sí, al finalizar dale un par de capas de cera para que tenga mayor resistencia.
¿Te he convencido? ¡Anímate a cambiar tus puertas de color!
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