Hoy os voy a hablar de un elemento que está en prácticamente todas las habitaciones del mundo mundial: el cabecero de la cama.
Esta pieza de la habitación pasa muchas veces desapercibida, no le damos la importancia que se merece. Y eso que es el fiel guardián de nuestros sueños :-).
Pero bromas aparte, el cabecero de la cama tiene una funcionalidad indiscutible, ya que evita que nos tengamos que apoyar en la fría pared para leer o ver la tele desde la cama. Del mismo modo es una pieza clave en la decoración de una habitación ya que la cama suele ser la gran protagonista de estas estancias y el cabecero corona la cama.
Por todos estos motivos hoy os he traido una selección de cabeceros con mucha vida, la mayoría de ellos los podemos hacer en casa, como digo siempre, con ganas, un poco de imaginación y brocha y pintura.
Empezamos por cabezales hechos reciclando objetos, como por ejemplo con unas bonitas ventanas.
O con puertas.
Algo más sencillo son los cabezales de madera con mensaje, unos buenos listones de madera pintados con el color que prefiramos, la frase que más nos inspire et… ¡voilà!
Hablando de cabezales, por supuesto no podían faltar los hechos con palés.
En el apartado infantil, los podemos hacer sencillos, utilizando los mismos componentes que en los cabezales con mensaje: tablones de madera y pintura.
O pueden ser más originales, utilizando papeles bonitos o creando un velero con telas, banderines y hasta mástles.
Y para acabar os traigo el DIY completo para hacer un cabezal con libros, si, si, has leído bien, con libros. La verdad es que queda genial.
Puedes ver el DIY completo aquí.
Después de haber visto estas cosas tan chulas,¿te animas a cambiar el aspecto de tu cabecero?
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Maria José says
Me encanta la propuesta de los libros, aunque me daría pena clavarlos ahí. Yo por ejemplo, tengo como cabecero un jardín vertical artificial que visualmente es idéntico al de uno de verdad, pero sin las molestias que supone el mantenimiento y el problema de tener plantas en el dormitorio.
Paula Piqueras says
María José, me parece una idea estupenda. Por aquí somos muy fans de los jardines verticales 😉